Hoy tristemente decimos adiós a la joven ilustradora vitoriana Amaia Arrazola, una artista que inundó de luz, color y ternura paredes, libros, moda, cerámica, escaparates, etc.
Su paso por la ilustración de libros ha dejado un extenso legado con obras como: Wabi sabi, Totoro y yo, El meteorito, Simón y Buenas noches Simón, entre otros títulos.
Lo que más destaca de ella es que conjugaba ternura, color y unas formas sencillas, y todo ello con una capacidad de hablar a los niños de temas grandes, sin perder la alegría ni la cercanía.
Su paleta cálida y luminosa estaba llena de sensibilidad y expresividad para transmitir emociones, y esto junto a un estilo sencillo y de formas limpias la convertían en una ilustradora muy visual.
La sala infantil y juvenil quiere recordar y valorar la obra de esta gran artista y os invitamos a descubrir sus libros y a enamoraros de sus dibujos.
¡Hasta siempre Amaia!